Ha sido una temporada de retos por cumplir, y obvios todos relacionados con el tejido.

Seguramente me escuchaste hablar de mis Talleres de Amigurumis.  Enseño a tejer o mejorar la técnica para que puedan crear los mejores y más tiernos muñecos de algodón.

En este fabuloso reto, reconfirme que amo dar clases, me encanta enseñar y lograr que se emocionen con lo que las manos pueden crear.

Pero también, descubrí las clases de crochet como puente de conexión.  Este año asumí el desafío de transformar mis clases y darles espacio a personitas únicas. Hoy tengo alumnos de todas las edades, alumnos con condiciones especiales, alumnos que vienen solo a compartir el momento y otros que por necesidad transformaron su vida al mundo del crochet.

Verlos a todos compartir semanalmente el ratito de tejido me agranda el corazón. En mis clases no hay diferencias, y sin necesidad de pedirlo, todos se integraron y nos unimos para tejer.

Sera que el crochet llego a mi vida para incluir, para sumar y crear un mundo mejor?

Si conoces alguien especial que quiera aprender un oficio, si sabes de alguien que necesita transformar todo el amor que tiene en amigos de algodón, si conoces a alguien especial que quiere b